Más de 170 años de la tradición de los farolitos en Ahuachapán

El Día de los Farolitos es la tradición de origen religioso-popular más importante del Municipio de Ahuachapán, ya que actualmente para su celebración los preparativos inician con más de tres meses de anticipación.

En cuanto al origen de la celebración, no se conoce con exactitud, siendo así que se manejan dos versiones sobre el origen de la misma:

En celebración de la Víspera del Nacimiento de la Virgen María.

A raíz de un terremoto ocurrido aproximadamente en 1850.

La versión que más respaldo tiene según la historia y la tradición es la religiosa-popular.

Una tradición inculcada por los españoles.

En entrevistas realizadas se ha hablado del gran amor de los conquistadores hacia la Virgen María por lo que es fácil tener la seguridad que ellos inculcaron en los conquistados ese amor hacia la Virgen, además de las pruebas siguientes:

  1. Una de las carabelas de Cristobal Colón recibía el nombre de "la niña" (en honor a la Virgen Niña)
  2. Ahuachapán perteneció a la República de Guatemala, siendo la patrona de dicho país la Virgen María
  3. En tiempos de la colonia esta ciudad esta ciudad recibía el nombre de Nuestra Señora de la Asunción de Ahuachapán.
Parque central de Ahuachapán

Una segunda versión de la historia

Sobre el origen de los farolitos se dice que se ofrecían rezos a la Virgen, pero al no existir energía eléctrica se celebraban en los patios de las viviendas iluminando los cercos, esto por temor a que se incendiaran, siendo este el inicio de iluminar los exteriores de las viviendas.

En el principio se amarraban rajitas de ocote a las ramas de los árboles, en los cercos, luego se utilizaron candiles de carburo y velas de cera, las cuales no eran muy utilizadas por su alto valor económico.

Cuando desaparecieron los cercos, se comenzó a adornar los exteriores de las casas y a colocar ramas de árboles las cuales se sembraban en las calles que para entonces eran empedradas. Se comenzaron a utilizar farolitos elaborados con pencas de izote, el cual se elabora amarrando las hojas de la planta hacia arriba, retirando el retoño más tierno y colocando en ese lugar la candela, también se utilizaron ramas de pascua blanca, de la cual evolucionó a los farolitos de vara de carrizo y es aquí donde comienza a tomar la forma que tiene actualmente, aunque de mayor tamaño ya que siendo las sierras y serruchos las únicas herramientas para cortar la madera, no se podían hacer muy pequeños y además no se podía cumplir con la demanda de farolitos de madera, porque la elaboración se demoraba bastante tiempo.

materiales básicos

Los materiales básicos para la elaboración de los farolitos son: reglitas de madera, clavos, alambre para la colgadera, papel de china, papel celofán, almidón y velas de cera. Se puso de manifiesto la creatividad de los ahuachapanecos en la elaboración de los farolitos ya que se desprendía la cáscara de la vara de brasil, la cual por su maleabilidad daba oportunidad de elaborar otras figuras como: muñecas, peces, faroles redondos, estrellas, muñecas, entre otras figuras. Hablando de creatividad en el barrio San José vivían las "niñas Boquín" quienes se esmeraban en la celebración y elaboraban faroles con frutas como: naranjas, piñas, melones, sandías, etc. A las que sacaban la pulpa y abrían agujeros para convertirlos en farolitos.

Farolitos en Ahuachapán

Con el correr del tiempo la tradición se fue extendiendo de manera que dos carpinteros se dedicaban en sus talleres y durante cierta temporada del año a la elaboración de farolitos, siendo ellos: Don Ignacio Pérez y Don Antonio Roque, residentes el primero en el barrio San Sebastián y el segundo en el barrio Santa Cruz, esto motivó a más personas a utilizar farolitos de madera y se extendió aún más por la ciudad.

Los barrios que más sobresalían en esta celebración eran: barrio San José, San Sebastián y Las Flores. También en el barrio San Antonio se celebraba con mucho fervor religioso, con una imagen propiedad de Doña Gabrielita Valdivieso de Castellanos, la cual era llevada a diferentes hogares donde se hacían rezos. Esta imagen se conocía como la "Virgen Santa Anita" y las visitas se realizaban desde el 27 de julio al 6 de septiembre.

Siguió la evolución de esta celebración ya que al principio se iluminaban los cercos, después las puertas y ventanas de las casas, se comenzaron a colocar ramas de árboles, las que se sembraban en las calles (las cuales eran empedradas) y también se utilizaron ramas de bambú y varas de brasil. La última evolución del farolito ha sido el hecho de forrarlo con papel celofán ya que en sus inicios se forraba con papel de china siendo el papel celofán más atractivo y de colores más vivos. En la actualidad todos los farolitos son forrados con papel celofán.